A 33 años de Malvinas, dialogamos con Marcelo Betz, uno de los dulcenses que participó de la guerra.

Marcelo Betz, uno de los dos dulcenses que participó en la Guerra de Malvinas, nos recibió a 33 años de aquel hecho. Estos son sus recuerdos, sus vivencias y su historia dentro la historia de nuestro país.

marcelo betz ldd-¿Qué recuerdos tenes de esos días?

Mis recuerdos en sí son muchos. Antes de ir a Malvinas, yo estaba de baja.

-Vos había hecho el servicio militar el año anterior a la guerra de Malvinas.
Si, yo hice el servicio militar en el año ´81. Fui dado de baja en noviembre. Al momento del conflicto, yo había empezado a hacer los estudios en la Universidad de La Plata, para ingresar en la Facultad. En ese momento, el 2 de Abril, yo estaba acá en La Dulce. Ahí me enteré lo que estaba pasando y a los dos días me incorporé al Regimiento 7 de La Plata, que es donde yo hice el servicio Militar.

-¿Fuiste convocado o voluntario?
Nosotros estábamos de baja, pero sabíamos que ante un conflicto nos teníamos que presentar. Así que me presente y fui llevado a una compañía y después fui llevado a la que yo había estado siempre cuando hice el servicio militar. Hasta ese momento no sabía si iba a ir a Malvinas o no. En ese momento el Regimiento 7 no estaba en el listado para ir a Malvinas, pero con el transcurso de los días lo incorporaron y al los diez días habremos salido para Malvinas. Primero fuimos en avión hasta Rio Gallegos y de ahí a Malvinas.

marcelo betz lld 2-Así que más o menos el 12 de abril fue tu arribo a Malvinas. ¿A que parte de Malvinas llegaste?
Al aeropuerto de Puerto Argentino. De ahí nos trasladaron y con el transcurso de los días nos volvieron a trasladar a Monte Longdon y ese fue el lugar definitivo donde estuvimos durante todo el conflicto y el desenlace.

-¿Dónde está ubicado más o menos?
Es al sur de Puerto Argentino, hay una entrada del mar y es una montaña, no muy alta, una sierra vendría a ser, y de ahí había buena visibilidad del territorio, ese fue uno de los últimos puntos que tomaron los ingleses cuando avanzaban. Hay una batalla en Monte Longdon que es muy recordada porque ahí murieron muchos argentinos, yo estaba en la parte alta, con la Compañía B, estábamos en la ladera y la otra compañía estaba más a la entrada del mar y en los últimos tres días de combate, bombardeaban de día y avanzaban de noche y una noche nos bombardearon y avanzaron y hubo mucha lucha cuerpo a cuerpo.

-¿Participaste en esa lucha?
No directamente, porque yo no estaba en ese lugar, sino en una retaguardia y en algún momento mandaron a recuperar ese lugar. Avanzaron hasta el otro día que nos siguieron bombardeando, amanecimos y seguían bombardeando hasta que se hizo la noche de nuevo y ese fue el día de la rendición, o sea nos fuimos retirando bajo el fuego de ellos.

-¿Sentiste miedo?
Si, lógicamente, miedo, incertidumbre y por ahí un poco de inconsciencia también, de la misma juventud, de creer que nada te podía pasar, pero si, miedo si, y con ganas que se termine. Esto que te conté es casi ya llegando al final. Yo estuve desde el 10 de abril más o menos hasta el 20 de junio. Desde que llegué hasta que ocurre el desenlace pasaron muchas cosas que fueron preparaciones, transportar el arsenal, las balas, las bombas, el ejército tenia cajas con cañones y había que llevarlas a mano, porque no había una logística de transporte, había dos o tres helicópteros, pero que no se usaron para eso, se usarían para otras cosas, pero no para el transporte del armamento.

-¿A ustedes le llegaron las provisiones?
Al principio sí, con el correr de los días, cada vez menos. Llegaba lo que era para la cocina de rancho, que era una olla grande y de ahí comíamos todos, se tomaba un mate cocido a la mañana y después alguna sopa y si conseguíamos alguna oveja le poníamos una oveja a la sopa. Eso era algo que estaba prohibido, pero bueno, en un momento lo hicimos, a raíz de eso hubo algún castigo de los que se comentó mucho, que los estaqueaban, y ese tipo de cosas. Yo nunca vi nada de eso, pero sé que hubo.

-¿Esos castigos vinieron de parte de los superiores?
-De nuestro superiores, si.

-¿Como era el trato de ellos hacia ustedes?
No era de igualdad, siempre marcaban el rango, yo no tengo el mejor recuerdo de mis oficiales o suboficiales. Yo hubiera esperado mas compañerismo, pero bueno, ellos militarmente se manejaban así, ahí estábamos todos para defendernos entre nosotros. Después por ejemplo los que fumábamos teníamos que conseguir cigarrillos o robarlos de algún deposito, porque no te daban.

-¿Estaban racionados?
De mezquinos, de mentes chicas, porque qué mejor que tener bien a la tropa y no pasando hambre, yo volví con diez kilos menos. Bañarnos, por ejemplo, yo me bañé dos veces en todo ese tiempo. Que una vez fue en un hospital  que era donde estaba Municoy y otra vez en Puerto Argentino nos habían fabricado unas duchas al aire libre.

-Al aire libre… ¿Y agua fría?
-Si, si, agua fría!

-¿Que recordas de la geografía del lugar y de donde estaban ustedes? ¿Tenían carpas? ¿Como era todo?
-En sí la geografía de la isla es como lo han visto en películas o en fotos. No hay árboles, hay mucha piedra, estepas, el suelo es como esponjoso. Lo vistoso es la entrada del mar, el relieve alto, las casas son tipo inglesas. Donde yo estaba era un pozo, la trinchera. Dormíamos en una carpa resguardados entre las piedras para evitar la vista aérea.

-Contame de la vez que usaste tu fusil.
Fue en los últimos tres días y nos dieron la orden de reprimir. Hay balas que tienen la punta luminosa. Cada cinco balas se pone una con la punta luminosa, que es la que muestra el lugar a donde hay que tirar, y hacia ese sector era donde tirábamos. Eso fue durante quince minutos y después recibimos la orden de replegarnos, así que no tuve la oportunidad de volver a usarlo.

marcelo betz lld 4Este era mi rosario. Yo tenía un rosario y esto lo llevaba conmigo. Lo usaba siempre, y un compañero de carpa estábamos rezando el rosario y cayo una bomba. A mi compañero las esquirlas le pegaron en la pierna, el estaba sentado como en una barranca y yo siempre digo, me salvó porque estaba protegido por el rosario. Nos llenó de tierra, se escuchó como en las películas, que viene el silbido y luego la explosión y después de eso, fuimos a otro lugar. A mi compañero lo llevaron a Puerto Argentino.

-¿Tuviste que ayudar en el traslado? ¿Socorrerlo?
Yo lo socorrí en el momento, hasta que llegaron los de enfermería y se lo llevaron.

-¿Supiste de él?
Si, si, después lo vi en Puerto Argentino. Y bueno, después algunos de mis compañeros, en ese repliegue, mientras caían las bombas murieron también.

Y vos ileso… gracias al rosario.
-Puede ser, o estaba destinado a que todo salga así. Solamente tuve congelamiento en los pies, pero el final, porque fue época de mucho frio, estamos hablando del 16 de junio, que fue la batalla de Monte Longdon, y ya caía nieve alguna vez, había heladas, y habíamos salido de las posiciones donde teníamos más comodidad. Eso fue lo más feo. Y después cuando llegamos a Puerto Argentino había muchos que se habían rendido antes que nosotros. Estábamos en un gimnasio y al lado había un depósito del correo, nos dijeron que se podía abrir ese depósito y estaba lleno de encomiendas que nos habían mandado nuestras familias, los chocolates, las cartas, las bufandas. Ahí recibí cuatro o cinco encomiendas que me había enviado mi familia, unos guantes que había tejido mi abuela…, un termo, muchas cartas que recibí de chicos que mandaban cartas a soldados desconocidos. Mi compañero de carpa si recibió una encomienda, estando en Malvinas, y la teníamos que cuidar porque era un peligro tener algo! Teníamos hambre…

marcelo betz lld 3-Cuando ya nos habíamos rendido, ahí sí, me di una panzada de dulces y chocolates… y cuando estábamos en el Camberra, que es el barco que nos trajo, o sea cuando a nosotros nos llevaron en unas balsas hasta el barco, lo vimos y era inmenso, era tipo crucero. Los ingleses nos trataron muy bien. Teníamos camarotes que compartíamos entre cuatro y ahí nos bañamos por todas las veces que no nos habíamos bañado antes. Llegamos a Puerto Madryn, la gente de ahí nos recibió y nos daban de comer, nos esperaban con milanesas, después nos llevaron hasta Trelew, al aeropuerto. Ahí había telediscado, pero acá en La Dulce, no había. Yo tenía en un bolsillo dos cospeles para telediscado de larga distancia que los tuve siempre conmigo. Con esos cospeles pude llamar a La Plata, a la casa de unos amigos de mi hermano Gustavo y pedirles que se comuniquen con él para avisar que me fueran a buscar.

-¿Cuánto tiempo transcurrió desde la última carta que pudiste enviar desde Malvinas hasta ese llamado? ¿Tu familia no tuvo ninguna noticia tuya en todo ese tiempo?
-Y pasaron como veinte días. En ese tiempo fue el último combate y la rendición. Pero en el medio pasó otra historia, porque Gustavo David, que era radio aficionado, se comunicó con un radio aficionado de Malvinas y él le da todos los datos míos y el de Malvinas le avisa que estoy en la lista de los vivos y que subo al barco. Así que antes que yo avisara, tenían la información que yo estaba vivo. Entonces llegamos a Campo de Mayo, nos tuvieron un día ahí, alistándonos, nos cortaron el pelo, nos afeitamos, porque estábamos medio desalineados, les debe haber dado vergüenza mostrarnos así. De ahí nos llevaron a La Plata. Yo me había llevado esos bolsones grandes con mi ropa, porque yo fui de civil y como no tenia donde dejarla, me la lleve a Malvinas y quedó allá. Porque cuando nos dieron las posiciones no tenia como llevarlo. Yo por ahí entro en Google Earth y voy al lugar donde yo estaba y miro a ver si veo el lugar de mi posición. Veo una cocina de rancho y el comedor y ahí cerca estaba yo.

-Decime cuál es tu opinión de la guerra.
La causa me parece justa. A mí de chiquito me enseñaron que las Malvinas son argentinas. Lo estudie así y la causa es justa. Lo que por ahí no estoy de acuerdo en con los medios. Era un gobierno militar y creo que era una posibilidad de salvarse o de salvar su continuidad. Muchos dicen que gracias a que se perdió la guerra tuvieron que dejar el poder, así que bienvenido sea. Después pienso que la forma de recuperar nuestro territorio es por la vía diplomática.

-¿Y en ese momento? ¿No había manera de hacerlo diplomáticamente?
Hay muchas versiones, como todo… unos decían que querían tomarlas, izar la bandera argentina y restituir, porque era la forma de volver a negociar, pero después, se quedaron y mandaron las tropas y no pensaron que Inglaterra iba a venir con todo su poderío militar a recuperarlas. Quizás no previeron eso, y Estados Unidos los apoyó como latinoamerica apoyó a Argentina, E.E.U.U. lo hizo con Inglaterra, al igual que Chile que realizo espionaje para los ingleses. Eran otros tiempos, pero bueno, era muy distinta la política internacional de aquella época también. La causa Malvinas yo la apoyo, pero la forma es discutible.

-Y hoy por hoy, ¿Cómo lo ves?
-Y hoy por está estacionado, hace unos años había más participación del gobierno. Como que luchaba más. Este último tiempo, diplomáticamente me parece que no hay mucha lucha. O está estancado. Ahora salió información que los ingleses están por traer más armamentos.

-Se habla de que Rusia nos podría ayudar con una guerra…
Si, lo que pasa el armamento argentino es obsoleto. Y las políticas militares están muy venidas abajo, no hay aviones, no hay barcos, no hay ejército… o sea, no somos una amenaza. Militarmente estamos muy pobres. Se habla que van a comprar aviones, pero en las charlas que hacen los militares de Tandil cuentan que quedan dos o tres Mirages, o sea que no podemos hacerle frente a nadie.

-Y tu esperanza ¿Cuál es? Que se recuperen, por supuesto…
– Si, si mi esperanza es que vuelvan a ser nuestras. Porque estos países como Inglaterra tratan de tener colonias en todos lados, como estaba Gibraltar, como estaba Hong Kong, quizás algún día haya la posibilidad de una doble bandera o que esté más abierto a la posibilidad de no necesitar una Visa para entrar. Ahora para poder ir, hay que hacerlo por Chile. Salvo esos grupos que han ido que ya está estipulado que puedan ir.

-¿Vos queres volver?
A mi no me llama ir. No tengo que cerrar ninguna historia.

-No sentís la necesidad de hacerlo.
No, en el momento que me lo planteé me dije que no, no tengo ganas de ir. No tengo una necesidad de cerrar nada.

-Ya está cerrado…
Si, es algo que me toco vivir, lo viví, lo sobrellevo y tuve la suerte que he estado apuntalado por la familia, en ese momento Claudia ya era mi novia, después nos casamos, tuvimos hijos, estudié, me recibí, trabaje, volví a La Dulce, pude poner mi farmacia, se me han cumplido un montón de cosas.

-Es como que la guerra no modificó lo que hubiera sido tu vida…
No, al contrario, es una experiencia que me tocó vivir, es esto que tengo para contar, para compartir, pero no estoy traumado ni frustrado, quizás será por eso, tal vez otros no han tenido las mismas posibilidades y no lo han pasado bien, cada uno tiene su propia historia, me gusta ir a los actos cuando me invitan o a charlas en los colegios, me gusta cantar el Himno, recordar a los muertos, a los que dieron su vida por la patria, eso me reconforta.

-¿Te sentís un héroe de Malvinas?
No.

-¿No necesitas esa reivindicación de héroe?-
No, no, por ahí me parece grande la palabra héroe, pero yo no me siento héroe. Me siento como cualquiera que participo en una guerra y que gracias a Dios estoy vivo, pero el titulo de héroe, no. Héroe si hubiéramos ganado…

-No, no se trata de haber ganado, el hecho de haber podido volver, también tiene su merito o su reconocimiento.
Bueno, sirvió para que se termine el gobierno militar, en eso puede llegar a ser, si se hubiese ganado, otra sería la historia, no sé si para bien o para mal… pero la historia se escribe con los hechos.

marcelo betz lld 7Estas son cartas que yo recibí allá. Este sobre fue y vino conmigo. Cartas recibí bastantes. La de Enrique Wilgenhoff la recibí estando allá. El Flaco, aparte de haberme escrito esa carta en esos días, todos los 2 de abril venia, me daba un abrazo y se iba. Era uno de los que me tenía como héroe…

-Me sigue mostrando cartas y dibujos… ¿Todos estos son tesoros que has ido guardando?

-Si, recuerdos…  esta es cuando me dieron la medalla del Congreso, a los diez años de la guerra, durante el gobierno de Menem, esta es para los 90 años de La Dulce, después no me quede ni con uniforme ni con nada, lo único que tengo es el pasa montañas.

De vestimenta estábamos bien, no pasamos frio, si en los pies y con el transcurso de los días que se tornó difícil.

marcelo betz lld 5-¿Cómo ha sido el reconocimiento de los gobiernos a través de los años?
De todos los gobiernos que han pasado, el que más nos ha reconocido fue este. Tanto en la lucha diplomática como en los reconocimientos. Está bien que los primeros años de democracia fueron difíciles, porque todo estaba politizado. Con los grupos de izquierda… hasta que se encontró el lugar, para los que no estaban contenidos familiarmente, el reconocimiento del Estado vino bien, nos dieron la pensión graciable, la mutual IOMA, PAMI, esos beneficios se fueron dando con el correr del tiempo, pero en los últimos diez años ha habido muchos reconocimientos. Durante el gobierno de Menem también se hizo el monumento en Quequén, eso es una obra bárbara, un lugar donde uno se reconforta, porque todo tiene un significado.

-¿Y el monumento de La Dulce?
También, acá la verdad que el grupo de gente de La Dulce que formaron la comisión de festejos, que lo integraba Rodolfo Bassi, Bimba Falcone, Raúl Guzmán, durante muchos años trabajaban durante todo el año para que ese día tuviéramos un acto acá en La Dulce, a lo mejor en ciudades como Necochea no había ningún acto y acá sí, siempre estuvimos cobijados por la sociedad y por el pueblo, las escuelas siempre nos invitaron y hemos sido tenidos en cuenta. Este grupo siempre reivindicaba ese día, venía gente de otras ciudades, porque ellos se encargaban de mandar las invitaciones a distintas personalidades. Ahora tomaron la posta Maxi y Germán Acosta, que fue cuando se hizo el monumento, ahora hay algunas posibilidades de hacer algo marcelo betz lld 6más. Y está bueno, reconforta.

-Los chicos se enganchan mucho con las anécdotas, ¿Cuáles han sido las que más le llaman la atención?
Una vuelta que matamos una oveja. Jaja!! Yo tenía experiencia en el campo de agarrarlas y cuerearlas, así que en Malvinas me sirvió! Y bueno, la corrimos, la agarramos, la matamos y ese día comimos bien! Y otra fue un día que hicimos avanzada, es un grupo que hace vigilancia, dos o tres soldados que vigilan y después avisan. Y ese día comimos chicharrones fritos en grasa de oveja. Después, cuando vine, a los pocos días me agarré una hepatitis, que esa la traía de allá! Yo empecé la facultad de nuevo,  porque por haber estado en la guerra nos dejaron que igual empecemos a mitad de año, fue como una medida que tomaron con nosotros. Nos dieron el ingreso, porque yo no había dado el ingreso, no me había alcanzado el promedio, porque en esa época era con cupos, nos dejaron que cursemos una materia, fui quince días y justo nos tocaban las vacaciones de invierno y ahí me agarre la hepatitis. Así que al año siguiente empecé a cursar desde el principio, como alumno regular. Por haber sido ex combatiente, no tuve que hacer el ingreso, ahí también tuve un beneficio.

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One Response to A 33 años de Malvinas, dialogamos con Marcelo Betz, uno de los dulcenses que participó de la guerra.

  1. Paula Wilgenhoff dice:

    Me emocionó mucho la nota! Sos un héroe para muchos de nosotros! Y tenes razón Marcelo, mi viejo siempre te consideró un HEROE y estaba muy orgulloso de vos! Gracias infinitas por compartir tu historia, es parte de tu vida con nosotros.

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