El tradicional discurso de los alumnos de 6° años del Instituto Nuestra Señora de Lujan, fue leído en esta oportunidad por Constanza Thomas. Una vez más, los jóvenes de La Dulce, demostraron sus valores y sus principios.

A la comunidad de nuestro querido pueblo, La Dulce:
Aprovechamos el cumpleaños número 105 de nuestro querido pueblo “La Dulce” como una buena oportunidad para expresar los sentimientos que tenemos hacia él.
Palabras que son dirigidas a todos ustedes, que hoy representan La Dulce, con el motivo de resaltar nuestra mirada realista hacia un pueblo, nuestro pueblo.
Para algunos de nosotros, es nuestro último año aquí, por lo que nos llevamos los mejores recuerdos de un pueblo que desde nuestra niñez, nos mostró fuerza, solidaridad, tranquilidad y limpieza sabiendo inculcarnos dichos valores.
Estamos orgullosos de tener origen en un lugar en el que se fomenta la cultura, el deporte, un lugar que aprovecha al máximo los recursos que nos brindan instituciones como la Fundación Cultural y el Centro de Educación Física N° 17, que nos permiten expresarnos libremente y a su vez desarrollarnos como personas.
Nos sentimos agradecidos y orgullosos, también, de ser parte de un pueblo que nos tiene en cuenta cada vez que hay que ayudar a aquellos que necesitan colaboración, o simplemente apoyo.
Los chicos, los jóvenes, no solo somos un reflejo de lo que los adultos construyeron aquí, sino que también, somos el reflejo de una sociedad que se ha basado en principios que nos ayudan y empujan avanzar y ser cada día un poco mejor persona, aprendiendo a poner las manos en el fuego por el otro.
A su vez, sabemos que debemos trabajar conjuntamente y cada vez más en función de ciertos valores, tales como compromiso, voluntad, compañerismo, humildad y honestidad, haciendo el bien sin mirar a quién, dejando de lado las diferencias y limpiando el alma para poder ser una sociedad próspera.

Tengamos siempre presentes las palabras del Papa Francisco: «caminemos todos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes, no se hagan daño; cuídense! Cuiden la vida, cuiden la familia, cuiden la naturaleza, cuiden los niños, cuiden a los viejos. Que no haya odio, que no haya peleas. Dejen de lado la envidia y no le saquen el cuero a nadie; dialoguen, vayan creciendo en el corazón y acérquense a Dios. Dios es bueno, Dios siempre perdona. Dios es Padre… acérquense siempre a Él.»

Sexto INSL