Amanda Piscitelli: » Yo puedo caminar por las calles de La Dulce que nadie me va a señalar».

Luego de treinta y siete años de trabajo ininterrumpido en la Unidad Sanitaria, su jubiló como directora de la institución Amanda Piscitelli.

Amanda Piscitelli, en su último día como Directora de la Unidad Sanitaria de La Dulce.

Amanda Piscitelli, en su último día como Directora de la Unidad Sanitaria de La Dulce.

Luego de compartir un grato momento en el hospital de La Dulce, donde además quedó inaugurada la sala de rehabilitación para los internos del geriátrico, dialogamos con Amanda Piscitelli en su último día de trabajo como Directora de la Unidad Sanitaria, luego de treinta y siete años de actividad en esta institución.

Pudimos observar una institución que es un lujo para nuestra localidad, donde se nota el compromiso y el amor que la señora Amanda, como la nombran sus compañeros de trabajo, puso en su labor. Hasta último momento estuvo trabajando. «Cumpliendo con mi deber», señaló, algo que ya no es tan habitual en estos tiempos, o que hay que hilar fino para encontrar.

Durante estos cuatro años en que estuvo al frente de la Unidad Sanitaria, fueron muchas las que sonó mi teléfono, del otro lado estaba Amanda, pidiendo que publique un agradecimiento por alguna donación, generalmente de personas que habían llegado al hospital con algún problema de salud y se habían encontrado maravillados por el estado de las instalaciones y por la calidad humana con la que fueron atendidos por parte de todo el personal. Y en agradecimiento, realizaban una donación. Es así que hoy encontramos las camas con cubrecamas nuevos, placares con frazadas a estrenar, sábanas nuevas, el centro de rehabilitación para los abuelos, que fue prácticamente realizado en su totalidad gracias a donaciones realizadas por estas personas que conocieron el compromiso y la honestidad de Amanda.

-¿Cómo te sentís en tu último día de trabajo?
-Muy bien… contenta.

-Te vemos rodeada de tus compañeros de trabajo y de los abuelos del geriátrico.
– Si, también con las familias de los abuelos que nos han acompañado a lo largo de estos años, así que estoy contenta. Ya cumplí una etapa.

-Podemos ver un hospital reluciente, con todo en orden. Una muestra que tu trabajo se ha hecho de la mejor manera posible, y queremos felicitarte por ello, por haber cumplido con tu deber, como corresponde.
-Si, yo creo que no hice más que cumplir con mi deber. Hasta último momento, porque hoy estuve terminando papeles, y demás para que, hasta que designen a alguien en mi reemplazo, cosa que parece que es bastante difícil, los empleados puedan cobrar sus haberes, porque si no, se complica todo lo que es guardias, arancelamientos y horas extras, que tienen que estar entregadas en una determinada fecha para que reciban su pago en tiempo y forma. Eso quedó todo listo, tengo la autorización del jefe de personal y como yo estoy en funciones hasta el 31 de mayo, ya está todo listo.

– Contanos cuáles han sido las obras que se han hecho en este último tiempo.
– El 2 de mayo cumplí cuatro años en este cargo. En realidad, una de las primeras cosas que hice, fue, como yo soy enfermera, siempre pienso en enfermería, entonces, se abrió una habitación que estaba en desuso, como office de enfermería, para que las enfermeras tengan su propio consultorio donde aplicar inyecciones o vacunas. Eso fue algo primordial para mí y la otra fue abrir el otro office, que ya estaba planeado, y que lo usábamos como depósito, y es el que da al comedor del geriátrico. Está todo vidriado y así la enfermera tiene su lugar para hacer la historia clínica de cada paciente internado y a la vez, le queda una visión amplia de lo que está pasando en el comedor, que eso es lo que a mí un poco me gusta, que no le pierdan de vista al paciente.

centro de rehabilitacion-También hoy fue inaugurado este centro de rehabilitación para los abuelos.
– Claro, ese fue un viejo anhelo de todos. Porque necesitan hacer un poco de actividad. Cuando Lucia Palacios hizo su tesis, vino a pedir autorización para hacerla en el geriátrico. Ahí nos enteramos que se podían hacer un montón de cosas y que no eran realmente muy costosas. Eran accesibles. De esa forma compramos dos pedaleras, pelotitas de distinta densidad para ejercitar las manos, una polea doble, que todavía no nos hemos podido hacer de esta polea. En agosto del 2013 nosotros la pagamos pero Fátima Rodriguez, que es miembro de la cooperadora se ofreció a traerla y es el día de hoy que todavía estamos esperando que la traiga. Logramos igual comprar otra polea y las paralelas para que puedan caminar. El material para estas paralelas fue donado por Joanie  y Alejandro López, ella le llevó los materiales a Carlos Nosek para que haga la mano de obra. Como todos sabemos, Carlos falleció, así que el trabajo lo realizó su hijo, y ese trabajo costó $2.700. El Sr. Horacio Rueda nos dio los pallets, el Sr. Spíndola y Marisa Benavídez, nos donaron las colchonetas, entonces ya nos queda ese lugar con calefacción para que los abuelos puedan hacer los ejercicios. También recibimos la donación de un aparato de gimnasio, que nos donó la Cooperativa de Seguros y que la semana que viene va a estar llegando.

-Últimamente has sido víctima de difamaciones y de calumnias, ¿Cómo te has sentido con ese tema?
– Yo tengo la conciencia tranquila, así que no me molesta, que sigan diciendo lo que se les ocurra! Hay mucha envidia, uno sabe… Ya se lo dije a Luna, de La Dulce Crece, posiblemente sea gente que quiera o pretenda quedarse con el cargo, les deben haber dicho que no y por eso han ocupado su tiempo en calumnias… eso por un lado, por el otro, creo que es envidia. Yo puedo caminar por las calles de La Dulce que nadie me va a señalar, porque cada centavo está puesto acá y todo el pueblo lo puede ver. La Asociación Cooperadora tenía dinero en el banco, producto de varios eventos que realizamos el año pasado, y la misma cooperadora decidió que ese dinero se gastara en mi gestión, así que se pinto todo el exterior, las cuatro habitaciones del geriátrico, pusimos una puerta hacia el patio, que la teníamos de cuando el Club Progresista nos donó una puerta anti pánico. La puerta que sacamos, es la que trasladamos a ese sector. Esa puerta le ha dado una luminosidad hermosa al comedor y los abuelos desde ahí pueden ver el parque y tienen más facilidad para salir en las mañanas cuando da el sol de ese lado. También compramos cortinas nuevas, la Cooperativa de Seguros, cuando vio lo que estábamos haciendo, nos donó $9.000 para pintura, que la compramos en la Cooperativa La Segunda, y compramos también el elevador de pacientes, esa es una vieja deuda que teníamos con el personal. Es un aparato hidráulico que transporta al paciente de la cama a la silla, y no solamente facilita la tarea, sino que los protege de problemas en la espalda, sobre todo en aquellos pacientes de mucho peso. También para el paciente es más fácil, así que es beneficioso para ambos. También los dejo con cámaras de seguridad y dejo todas las compras hechas,

-¿Cómo te trató la comunidad de La Dulce  y cómo fue tu trato con el personal de la Unidad Sanitaria en todos estos años?
– Yo quiero agradecerle a la localidad. Yo vine hace treinta y siete años, muy joven, tenía veintitrés cuando llegué. Era enfermera y casi todo el personal me doblaba en edad. Sin embargo, yo tuve hacia ellos y ellos hacia mí, mucho respeto y mucha colaboración. Es el día de hoy, que nos seguimos tratando de usted, a pesar de los años y de las cosas buenas y malas que hemos compartido, pero realmente me siento muy agradecida por los que ya no están y por los que están actualmente, porque si mi gestión fue exitosa, fue gracias a ellos, que también cumplieron su deber.

-Ya podés decir que sos de La Dulce…
– Y… si la gente de La Dulce lo dice… En realidad he vivido más en La Dulce que en cualquier otro lado. Me emocioné mucho cuando el otro día vino un señor, que no lo voy a nombrar, y me dice: ¿Cómo, todavía no te adaptaste al pueblo? ¿Qué es eso de que te vas? No, le respondo, si yo no me voy! ¿Cómo que no? Si yo escuché en la tele que vos te ibas! No, le dije, me voy del hospital, me jubilo, pero no me voy del pueblo! Así que se vino al día siguiente que escuchó la nota a tratar de convencerme de que no me vaya de La Dulce. Pero no, no me voy, tengo mi casa acá, mi vida hecha acá.

-¿Con qué recursos cuenta la Unidad Sanitaria para su manutención?
-Cuando entró de Directora Susana González, nos habían cortado todos los víveres. O sea, no teníamos nada. Entonces, el Dr. Barrera, que era Secretario de Salud, hace una resolución, autorizando al Consejo de Administración, a cobrar un aporte voluntario. El lo habló con Legales, y con el contador, entonces, cada interno hace un aporte voluntario al Consejo de Administración. Cuando empezamos a cobrar los primeros aportes, tuvimos que salir a pagar cuentas al carnicero, al panadero… Ese método se continuó hasta la fecha, y de esa manera, con ese aporte voluntario de $1500, y si alguno de ellos en algún momento no puede pagar, no se lo anda persiguiendo para que lo haga. El uso de esos fondos, debe rendirse mensualmente al Consejo de Administración. Los proveedores de nuestra localidad, saben perfectamente que vamos todas las semanas y pagamos.

-Ese dinero, ¿En qué se utiliza?
-Se utiliza para comprar carne, pescado, verduras, pan, todos los víveres secos, se le paga a la terapista ocupacional, el seguro, el service de la ambulancia, cubiertas nuevas para la ambulancia, todo lo que es papelería, o sea resmas, cuadernos, tóner, insumos de odontología, en guantes y suero cuando no nos mandan de Necochea, medicación, cuando no nos han podido proveer de Necochea, el dinero se gasta en ese tipo de cosas. Se reparan caños, enchufes, como podrás ver, todo funciona acá, las luces de emergencia, los matafuegos con carga, las camas arregladas, pintadas, y acá como en cualquier lugar, las cosas se rompen y hay que arreglarlas. También compramos los inodoros portátiles, las mesitas para acercar a las camas, se tapizaron los sillones que nos donó el centro de diálisis de Necochea, se compró la moto guadaña para cortar el pasto y se le compra nafta para ponerla en funcionamiento, todo lo que hay en este hospital, es comprado con ese dinero, por eso cuando hablan de ¿Qué hacemos con la plata de los viejos?, les digo: acá está, en todas estas cosas y tenemos las boletas de cada cosa que se compra. Pueden venir y fijarse. Demasiado hacemos con tan pocos ingresos que tenemos y sin ayuda de la Municipalidad. En este año se ha mandado un solo  presupuesto a la Municipalidad, que fue el de la Cooperativa La Segunda, en enero y que todavía no hemos tenido novedades. Quisiera aprovechar la oportunidad para agradecerle a Cable Visión, ya les envié un agradecimiento por carta, pero ahora lo hago público, que dejaron todo instalado para que cada habitación, tanto del geriátrico como de las habitaciones de internación, tenga cada una su televisor. También en los próximos días recibiremos una computadora de escritorio para suplantar la vieja máquina de escribir.

-¿O sea que se autoabastecen?
-Nosotros auto gestionamos, todo esto se maneja por medio de la auto gestión. Lo mismo ocurre en Juan N. Fernández y Claraz, no somos la excepción. Lo que me queda por decir es que me siento muy contenta, ya que tanto la Unidad Sanitaria como el Geriátrico, están habilitados por el Ministerio de Salud,

-¿Eso también es otro logro de tu gestión?
-De tantos años de estar insistiendo, más de diez años insistiendo hasta lograr que se habilite.

Bueno Amanda, de mi parte, queda felicitarte y agradecerte por haber elegido a La Dulce como tu pueblo para vivir y  por haber engrandecido al hospital gracias a tu trabajo y a tu compromiso,  haciendo que reluzca y que sea un orgullo para todos nosotros. Realmente felicitaciones.

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3 Responses to Amanda Piscitelli: » Yo puedo caminar por las calles de La Dulce que nadie me va a señalar».

  1. Raul Martinez dice:

    Amanda, decirte que nos acostumbramos a ver y a usar sin valorar!!!, lamentablemente valoramos cuando nos falta lo que acostumbramos a ver y a disponer, en este caso tu persona y la institución, dicha institución la hace la persona que la administra. Dejaste gran parte de tu vida allí, solo agradecerte o felicitarte no alcanza, la envidia que algunas personas demuestran por lo que lograste, resulta una inyección de fortaleza hacia tu persona mientras estos/as se debilitan. Te apreciamos mucho toda mi familia súper agradecidos, un cordial saludo y gracias La Dulce Noticias por hacer púbicas estas grandes historias de nuestro querido pueblo

  2. Pedro Nicolino dice:

    Felicitaciones a la Sra Amanda.

  3. JORGE dice:

    Querida Amanda: Es cierto yo te conoci siendo muy joven. hace muchos años que no vivo en La Dulce, pero tu tabajo se ve y se siente en el cariño de la gente y en todo lo que has hecho para llevar adelante el hospital. Solo quiero felicitarte y desearte una buena y feliz vida!!! a disfrutar del tan merecido descanso!!!!!

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