La Dulce, Julio de 2016
Por este medio queremos agradecer a todo el personal de la Unidad Sanitaria de La Dulce, tanto al personal directivo, como enfermeros/as, mucamas, cocineras y chofer de la ambulancia, por la buena predisposición en la atención de nuestro papá, en los meses que estuvo internado. Nos pueden decir que tan solo están haciendo su trabajo, pero al estar compartiendo estos meses y ver de cerca el trabajo que se realiza en nuestra unidad sanitaria, que aunque tengan una gran cantidad de demandas de todo tipo, cuando necesitábamos algo, dado que nuestro papá requería de cuidados especiales, alguien del personal estaba siempre con la mejor predisposición y buena onda que podían tener, poniendo siempre ante tal situación una cuota de humor que hacía que todos, hasta nuestro papá, pudiéramos sonreir por algunos minutos, cosa que parece insignificante pero en ciertas situaciones es más que importante.
También queremos resaltar la atención recibida de parte de la Dras. Agustina Pilegi, Andrea Pompozzi y Lucía Palacios y del Dr. Santiago Beroldi de la ciudad de Necochea quien viajaba exclusivamente para evaluar la salud de nuestro padre y realizarle los estudios que eran necesarios en nuestra localidad para no tener que trasladarnos a Necochea con las complicaciones que esto le acarreaba por el estado en que se encontraba. Queremos agradecer también a las chicas que lo cuidaron durante las noches (Marita, Patricia y Viviana) quienes estaban en todas cumpliendo los pedidos de nuestro padre y no descuidando hasta el último momento ningún detalle.
Agradecimiento muy especial para el Dr. Humberto Tito Pascucci, que todos sabemos la calidad de persona y de profesional que es, demostrándolo una vez mas cubriendo todas las complicaciones que iban surgiendo y estando continuamente predispuesto cuando lo necesitábamos, sin importar el día y la hora.
Sin desmerecer a nadie queremos hacer una mención super especial y agradecerle enormemente a Viviana Quiñonez que desde el comienzo de la enfermedad atendió y acompañó a nuestro papá en casa y en la unidad sanitaria durante todos los días y las tardes compartiendo con él risas, bromas y rabietas; queremos agradecerle por el tiempo compartido y por la paciencia que ha tenido en cada situación, una enfermera con todas la letras y con un corazón gigante que se nota a lo lejos que ama su profesión.
Por último y no menos importante no queremos dejar de agradecer a nuestra familia y amigos que nos acompañaron y nos ayudaron de una u otra manera en todos estos meses tan difíciles que nos tocaron vivir.
Como verán solo tenemos palabras de agradecimiento hacia todos y cada una de las personas que trabajaron y estuvieron junto a nosotros y solo cuando la vida nos pone frente a situaciones como estas, es que nos damos cuenta de las relaciones que construimos en base a lazos invisibles que nos unen con el corazón a personas que jamás lo hubiésemos imaginado.
A todos, MIL GRACIAS!!!!
Mirta, Natalia y Javier.

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