Hoy, hace 40 años, nos despertábamos con la noticia en todos los diarios, radios y televisión que habíamos recuperado las Islas Malvinas.

Muchos no sabíamos ni qué eran, ni donde quedaban estas Islas, a la que habían mandado a soldados a pelear por ellas. Con el correr de los días, las noticias continuaban y siempre eran favorables. Estábamos ganando. Había corresponsales de guerra, como los que vemos ahora en Ucrania, que enviaban sus reportes diarios, que para cuando llegaban, la realidad ya había cambiando (Nicolás Kasancew fue uno de ellos. Es muy interesante escuchar sus anécdotas y recomiendo hacerlo. Hay varias en Youtube).

También con el correr de los días, nos fuimos enterando que había dos dulcenses peleando en las Islas y otros tantos que iban siendo convocados. Enseguida se organizaron colectas para enviarle comida y ropa de abrigo a los soldados. Mandábamos chocolates y cartas. Nuestras madres tejían bufandas. En la escuela nos pedían que hiciéramos dibujos y que le digamos a los soldados lo orgullosos que estábamos de ellos y que los esperábamos de vuelta.

Claramente nuestro rival era difícil, sabía lo que eran las guerras, las invasiones y no se iba a dar por vencido tan fácil. Tampoco iba a jugar limpio. Y fue así como de la noche a la mañana, de sentirnos triunfantes y dueños nuevamente de nuestras islas, pasamos a renegar por haber perdido, mofarnos de nuestros soldados sólo por el hecho de que tuvieran 18 años. Escondiéndolos. Como si su corta edad les hubiera impedido haber dejado el alma por su patria, sin siquiera dudarlo. Pasaron hambre, frío y miedo. Como en toda guerra. Pero eso no les impidió seguir luchando con valentía hasta el último día, cuando se les dijo que se había firmado la rendición.

Una vez le pregunté a Marcelo Betz por el hambre y el frío, porque siempre se culpó al gobierno de ese momento, de haber descuidado a los soldados. Sin ningún tipo de rencor, me respondió: «era una guerra. En las guerras se pasa hambre y frío. La logística no es es la prioridad». Esa respuesta me movilizó. Y entendí muchas cosas. Una de ellas, es que todos opinamos desde nuestro lugar. Desde nuestro cómodo lugar. Pero ninguno de nosotros estuvo allí. Y que muchos seguimos un relato que no es tan real. La desmalvinización no puede seguir ocurriendo. Nuestros soldados tenían 18 años, si. Pero no eran ni inexpertos ni sumisos. Eran jóvenes valientes dispuestos a dar su vida por la patria. Y lo hicieron.

Lo que pasó después, es muy triste. La llegada al continente sin ningún tipo de reconocimiento, es muy lamentable. Y todos los años siguientes sin reivindicarlos también. Pero eso no nos tiene que definir como pueblo. E individualmente, cada vez que podamos, tenemos que sumar nuestro granito de arena para que la gesta de Malvinas siga viva y para que cada vez que tengamos oportunidad, rindamos homenaje a nuestros soldados. Y como pueblo dulcense, deberíamos tomar la posta y culminar el monumento a nuestro héroes, que fue comenzado en 2012 con una idea de continuidad que nunca se llevó a cabo.

Ayer escuché una frase que también me movilizó. «Sin esa guerra no habría Malvinas». Y creo que es un poco cierta. Si esa guerra no hubiera existido, no existiría este sentimiento que tenemos de quererlas de vuelta en nuestra patria. De querer recuperarlas. Así como muchos de nosotros no sabíamos de ellas, luego de la guerra sentimos la necesidad de que algún día nos sean devueltas. Ese sentimiento es común a todos los argentinos. Trasciende cualquier ideología y ese espíritu es el que hay llevar como bandera.

Las Malvinas fueron, son y serán Argentinas.

Honor y Gloria a nuestros soldados.

Julieta Jensen // La Dulce Digital //

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Cooperativa Eléctrica La Dulce Ltda. adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas, honrando a nuestros dos soldados dulcenses y reconociendo en este día a su vice presidente Marcelo Betz.

Estación de Servicio Jenspeck adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas resaltando el valor humano de la gente que luchó y participó en nuestras Islas Malvinas,

Federico Hansen Cereales adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas.  Saluda en este día a nuestros héroes de La Dulce y a todos los soldados que dieron su vida por la Patria.

Fábrica de Hilo Don Alfredo adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. «El soldado no muere en el frente de batalla. Muere cuando su patria lo olvida». Honremos a nuestros héroes.

La Dulce Cooperativa de Seguros adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas, resaltando el espíritu de lucha y los valores de nuestros soldados.

Miguel Calvo adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. En este día tan emotivo y que en su momento desgarró el sentimiento del pueblo argentino, mi mayor reconocimiento a los héroes de Malvinas y en especial a Betz y Lombardi. Viva la Patria!

Farmacia Albacete adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. Saluda en este día a todos los héroes y familias de los caídos en la Guerra de Malvinas.

El Club de Anistad y Servicio de La Dulce adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. Honor y Gloria a nuestros soldados de Malvinas.

Pescadería Pollo de Mar adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas y saluda con orgullo y admiración a nuestros héroes de Malvinas.

Mabel Bruno adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. «A 40 años de este hecho histórico, protagonizado por nuestro jóvenes de tan solo 18 años, por las Fuerzas. Del Ejército Argentino, sobre todo la Aeronáutica, que demostraron, determinación y mucho Patriotismo. Como pueblo Argentino nos queda expresarles nuestro mayor agradecimiento y decirles que está guerra no se perdió, sino que fue y es un hecho de Reafirmación de nuestra Soberanía sobre las Islas Malvinas, que fueron, son y serán argentinas. VIVA LA PATRIA!!!

Sandra Jensen adhiere a la conmemoración del 40° aniversario de la Gesta de Malvinas. Hola Paco y Toto. Estuvimos trabajando en la escuela Las Malvinas, les mandamos un cariño grande por ser nuestros héroes. Magui y Guada.