Tras treinta y dos años ininterrumpidos de trabajo en Fundación La Dulce, Betina Ferrario se jubiló y ya comenzó a disfrutar de su tiempo libre.

Dialogamos un ratito con ella a modo de «despedida», una palabra que cuando la pronuncia la deja sin voz, pero pronto se repone y vuelve a recordar tantas experiencias vividas en torno a su trabajo.

Quedan atrás tantos años de trabajo, dedicación, esfuerzo, disfrute, amistades, logros compartidos, solidaridad en todo momento, compromiso y vocación. Llega ahora el momento de disfrutar de esta nueva etapa.

Feliz jubileo Betina!!!